XX Congreso del PR
Bari, 1, 2, 3, 4 y 5 de noviembre de 1978

El año 1878 es un año difícil y dramático para el Partido radical. En enero se declara la "suspensión de las actividades nacionales" del Partido en señal de denuncia de la progresiva cerrazón del régimen y de la información con respecto a las actividades radicales.

El año 1978 es también el año de la celebración de los referéndums propuestos por el Pr. Los resultados de las elecciones, (al final se celebraron dos referéndums sólamente el de la financiación pùblica y el de la ley "Reale" (1)) marcan profundamente el panorama político italiano. Especialmente, el referéndum sobre la financiación pùblica que demuestra la existencia en Italia de un desacuerdo general consistente con respecto a la política de las grandes alianzas. La expulsión de Leone de la Presidencia de la Repùblica es el fruto de estos resultados.

El tema central de los trabajos congresuales es la política de unidad nacional, denodadamente defendida por el Pci y denunciada como el terreno sobre el que el régimen halla su nueva cohesión.

La moción congresual, además, confirma y amplía el significado de la ecología política que representa la "clave" para una intervención en la política económica y energética.

El Congreso elige secretario a Jean Fabre y tesorera a Adelaide Aglietta.

MOCION GENERAL

Progresivamente, la formación corporativa e interclasista del régimen, para solventar su propia crisis, debe producir nueva y más enérgica violencia contra la Constitución y la democracia, contra las esperanzas mismas y la posibilidad de vivir en una sociedad más justa y humana.

La mayoría unánime que desde hace dos años administra el poder incluso formalmente, tras haber intentado aplastar toda forma de disensión y de confrontación democrática, en primer lugar en el Parlamento, tras haber intentado extinguir toda oposición real presente en la sociedad, ya no puede seguir escondiendo sus contradicciones y su impotencia.

Un Estado corporativo

Es la crisis de la estrategia trentenal de la izquierda italiana, comunista y socialista. Una estrategia exenta de toda confianza en la posibilidad de construir una alternativa a través del pleno desarrollo de la democracia política Una estrategia basada, por el contrario, en el economicismo, en el abandono y en la negación de las grandes batallas de liberación y a favor de los derechos civiles, en la aceptación subordinada del pluralismo organicista y corporativo de corte católico-integralista y fascista, y en la reconstrucción de un Estado que ha conservado y consolidado las leyes y las ordenaciones básicas del fascismo.

Una sociedad libre

Mientras la Democracia cristiana mantiene la plena posesión de los centros de poder y del régimen básicos y, al igual que treinta años atrás, resta importancia a toda posible alternancia de gobierno, el Pci tiene se las tiene que ver con una sociedad que no acepta más tutelas autoritarias, y con una amplísima base política y electoral que no pretende asistir al fracaso de sus esperanzas y reivindica en toda sede - de partido, sindical y electoral - su autonomía de juicio, de elección y de iniciativa.

La respuesta al régimen

Sin la oposición radical en el Parlamento, sin los referéndums del 11 de junio, sin la salida política de izquierda proporcionada por una lista radical en la revuelta de una ciudad como Trieste, en este régimen y con esta izquierda hubiese existido simplemente por una parte, la rebelión y la disgregación de clase, y por otra, la violencia de las Brigadas Rojas. En cambio, en Italia existe la posibilidad de dar una respuesta democrática y liberal al régimen o a la política subordinada del Pci. Corresponde al partido de los derechos civiles, de la no violencia, de la desobediencia civil del socialismo liberal y autogestionado, del anticlericalismo, del antimilitarismo, de la liberación de la mujer y de la liberación sexual, de la defensa del medio ambiente, promover y organizar dicha respuesta. Pero, para ello es necesario intervenir en donde es más latente la separación entre las necesidades reales de los ciudadanos y la política de dichas instituciones y de dichos partidos: en las periferias, en los pueblos y en las ciudades. Es necesario y urgente llevar a cabo plenamente, con la lucha política, con la conquista y con la puesta en marcha de las instituciones y de los instrumentos democráticos negados por el régimen, el estatuto del Partido radical y su dimensión federalista y federativa: de partidos asentados en las regiones y en las ciudades, construidas a partir de realidades asociativas autónomas y federadas, unidas en las diversidades.

El asociacionismo autónomo

Non consiste en retirarse del escenario del enfrentamiento político. Al contrario, se trata de la voluntad y de la necesidad de multiplicar el potencial de lucha democrática existente en nuestro país: dándole la posibilidad y los instrumentos de expresión política; construyendo un modelo de organización y de participación alternativo al modelo burocrático y centralizado, precisamente propio de los partidos políticos tradicionales; contribuyendo, por ùltimo, a crear un tejido de asociacionismo autónomo y democrático, que se contrapone al de los órganos y las corporaciones, el ùnico que actualmente permite la cultura desde la organización estatal y desde la manipulación de la información.

Intervenir en la economía

No se trata de abandonar los análisis, las estrategias y los métodos de lucha que pertenecen a la historia del Partido radical y que han marcado positivamente, con grandes victorias políticas y con reformas políticas incluso la historia de la democracia y de la izquierda italiana. Al contrario, se trata de la voluntad de multiplicar y de enraizar en la sociedad las luchas en pro de los derechos civiles: la objeción de conciencia contra la ilegalidad, la injusticia, la ley y los regímenes injustos, y la defensa y la utilización de los instrumentos de democracia directa y de los referéndums. Es decir, todas las luchas y los contenidos nuevos y pujantes que hay que afrontar sin más dilación. Ha llegado el momento, para los radicales, de intervenir directamente en el meollo de los problemas económicos y sociales que condicionan cada vez más fuertemente la vida de los ciudadanos. La clave nos la ofrece la ecología política y en primer lugar la lucha antinuclear a favor de una política energética alternativa: un terreno en el que actualmente se determinan nuevas contradicciones del régimen y la posibilidad de llevar a cabo nuevas luchas alternativas.

Los nuevos sujetos políticos

Las luchas por el medio ambiente se adecùan a las necesidades de la nueva fase del Partido. Están contrarrestadas básicamente por los entes locales. Poseen objetivos bien definidos y diferenciados en cada lugar y sin embargo, si se comparan con un proyecto político alternativo, adquieren un relieve nacional necesariamente europeo. Implican la "apropiación" por parte de la gente de las grandes opciones desde siempre reservadas a los expertos, es decir al régimen. No se trata de una apropiación que parte del centro, del Estado, sino de las periferias, de la revitalización de los gobiernos locales contra el centralismo, de lo concreto de la cotidianeidad contrapuesta al monopolio ideológico de los partidos "romanos". Nuevos sujetos colectivos entran en la lucha política, es decir los pueblos,las ciudades pequeñas las capitales de provincia y las regiones, entendidas como cuerpo unitario, incluso a nivel cultural de perspectiva y de desarrollo. Es decir, gente + territorio + autogobierno, en conflicto con los "intereses nacionales superiores"; tal y como estaba acaeciendo en Montalto di Castro (Lacio), tal y como sucedió en Trieste.

Defender los referéndums

Diez Triestes debe ser la apuesta de la regionalización a lo largo de los próximos años, al no poder realizarse en un sólo año.

Tras los ataques llevados a cabo por el Tribunal constitucional y por la mayoría unánime del Parlamento, es necesario defender y reconquistar los instrumentos de la democracia directa y los referéndums. El régimen les teme y quiere liquidarlos puesto que han representado los ùnicos elementos de ruptura de los equilibrios de poder y de los compromisos políticos y legislativos de cumbre. Hay que defenderlos contra los intentos por anularlos definitivamente. Hay que reconquistarlos poniendo en marcha los referéndums regionales y las leyes de iniciativa popular previstos por los estatutos regionales. Hay que actuar para que basándose en las iniciativas concretas y de las realidades organizativas que crecerán en las regiones, se puedan promover nuevos referéndums nacionales.

Sólo a través de estas luchas en Italian, de cuya situación objetiva se encarga el partido radical, sólo con la creación de una organizacilón liberal cada vez más fuerte y articulada, será posible detener la crisis de las instituciones, su desconcierto y su degradación.

La expulsuón de Leone

Sólo de esta manera se podrá reconquistar la esperanza y la posibilidad de reforzar toda la izquierda italiana, su unidad y su candidatura alternativa. Ello se aplica al Pci, pero también al Psi, cuyo "nuevo curso"corre el riesgo de acabar siendo - con conflictualidades fictícias internas al régimen y que siempre se detienen en el umbral de las opciones consecuentes y decisivas - un modo de encubrir su tendencia constante a aplastar toda dialéctica real, en las instituciones y en el país. El Partido radical dirige un fraternal saludo a los millones de electores comunistas, socialistas, demócratas que el 11 de junio, rechazando la obediencia pasiva de las gravísimas opciones políticas de sus partidos, permitieron y obtuvieron un gran éxito democrático cuya consecuencia directa fue la dimisión del presidente Leone, hasta aquel entonces protegido por los partidos del régimen. El Partido radical da las gracias a los electores comunistas, socialistas y demócratas que el 25 de junio votaron por la lista radical en Trieste, reforzando hacia la izquierda la lucha contra la masacre ecológica del Carso que sería la consecuencia inevitable de la aplicación económica del tratado de Osimo.

La lucha en Trento y en Bolzano

El XX Congreso del Partido radical, desea un gran éxito a los compañeros que apoyan en Trentino y en el Tirol del Sur la lista de "Nuova sinistra - Neue Linke"en la que están presentes, además de los radicales, compañeros procedentes de otras organizaciones, y en particular de Lucha continua. El Partido dirige un llamamiento a los electores de dichas regiones para que permitan, con su voto, que esté presente la representación en el seno de dichas asambleas electivas una auténtica oposición al gobierno treintenal de la Dc (Democracia crisitana) de Piccoli y de la Svp (Sudtiroler Volkspartei) de Magnano.

Presentes en las europeas

El Partido radical se presentará a las elecciones del Parlamento europeo para llevar a dicha sede sus posiciones internacionalistas, federalistas y regionalistas y sus programas y valores alternativos contra la Europa de los Estados nacionales y nucleares y de las multinacionales. La presencia del Partido radical es necesaria puesto que, por elección propia o a causa de las respectivas leyes electorales nacionales, las minorías alternativas presentes en los demás países europeos serán excluidas del Parlamento europeo, al igual que se quedarán sin voz los elementos de la nueva izquierda, aplastados en el seno de los partidos socialistas, socialdemocráticos y comunistas. A nivel interior, las elecciones europeas del próximo mes de junio representará una transición fundamental, desde ahora hasta las próximas elecciones generales, en las que será necesario reforzar consistentemente la representación radical para garantizar que exista en el Parlamento una oposición eficaz al régimen.

La prensa italiana ha hablado, durante este Congreso, de crisis del Partido radical. La pretendida crisis del Partido radical yace en la enorme desproporción entre los medios con los que cuenta y las difíciles tareas que la dramática situación del país y las opciones que la actitud de los demás partidos políticos le imponen adoptar.

Pero ésta ha sido siempre, desde el año 1963 hasta nuestros días, la situación del Partido radical, superada cada vez con la fuerza de la no violencia, de la movilización de los militantes, capaz de atraer el interés y el compromiso de los ciudadanos, con el consentimiento y el apoyo recibidos de la sociedad y de la gente.

El convenio teórico

Quince años de teoría y de praxis radical se han convertido en el patrimonio de miles de militantes. Sólo una información de régimen y una cultura atenta ùnicamente a los datos del poder demuestran no haberse dado cuenta, o al menos sólo superficialmente, de la excepcional importancia que esta teoría y esta praxis han tenido y tienen en la vida política, civil e institucional del país, y obstaculizan su conocimiento y su difusión, su profundización y su confrontación. Por ello, el XX Congreso acoge con satisfacción la publicación de las actas del Convenio teórico deliberado por el Congreso de Bolonia del pasado año y confía en que pueda constituir el primer elemento y la primera base de un debate y de un trabajo colectivo entre los militantes. En este ámbito, el Congreso ratifica el compromiso del Consejo federativo para la celebración, a principios de 1979, del convenio sobre la "Liberación de la mujer, la liberación sexual y la no violencia".

Una relación distinta con el Pci

El Congreso agradece al compañero Trivelli su intervención en calidad de representante del Pci. Dicha intervención puede considerarse un hecho nuevo, en los ùltimos dos años, y permite confiar que, con la franqueza del disentimiento y del diálogo pueda finalmente sustituir a la desatención y el ataque.

La labor de los Partidos radicales regionales

El XX Congreso del Partido radical invita a los órganos ejecutivos y deliberadores de los partidos regionales a definir en el curso del presente año los proyectos y las luchas políticas, basándose en las respectivas realidades sociales, institucionales y económicas y en las experiencias asociativas, que se deberán realizar antes de la primavera de 1979. El Congreso confía que estos proyectos sirvan inmediatamente para poner en marcha los instrumentos de democracia directa previstos por los estatutos regionales (proyectos de ley de iniciativa popular, referéndums consultivos o abolitivos) o a la promoción de dichas instituciones en donde no existan en absoluto. Invita igualmente a los órganos de los partidos regionales a garantizar, en el Consejo federativo y en el informe elaborado con el secretario y la junta, la coordinación de dichas iniciativas, de dichos proyectos y de dichas luchas.

La política energética

El Congreso, considerando el compromiso de los partidos regionales, de muchas asociaciones y grupos radicales en la lucha contra el plan nuclear, en pro de una política energética alternativa y contra la contaminación, considera que las presentes iniciativas deben encontrar un momento de confrontación y de coordinación, para hacer que la lucha sea cada vez más incidente. Invita a los partidos regionales a participar en la organización y en la consecución del convenio que celebrarán en primavera los "Amigos de la Tierra"sobre "Política energética para Europa y problemas de información".

Contra la caza

El Congreso, tomando nota de las propuestas y de las iniciativas existentes, en el seno del Partido y fuera de él, cuyo objeto consiste en promover un referéndum nacional en pro de la abolición de la caza, considera que la aportación, el apoyo y la participación de los partidos regionales, las asociaciones y los militantes radicales en este referéndum serán indispensables si, en el ámbito de los mecanismos federativos o por iniciativa de los partidos regionales, dichos imperativos se convirtiesen en un proyecto organizativo y financiero concreto y plausible. Excluye, en el ámbito de las vías congresuales adoptadas, que los órganos federales puedan asumir la iniciativa.

La labor del secretario

El Congreso da mandato al secretario:

1) para que prepare la presentación del Partido a las elecciones europeas, poniendo en práctica desde ahora las iniciativas y las luchas necesarias para garantizar que la campaña no sea eclipsada, y para que los partidos actualmente más débiles no sean discriminados y para acabar con la utilización abusiva por parte de los medios de comunicación de masa, en particular de la Rai-Tv;

2) para organizar una gran iniciativa del Partido basada en los motivos, los contesnidos y los objetivos de la preparación radical en dichas elecciones;

3) para poner en marcha, subrayando el compromiso antimilitarista, pacifista e internacionalista del Partido radical, los órganos del Partido como apoyo pleno de las tres propuestas a partir de las cuales la Liga socialista para el desarme propondrá al Consejo federativo del Partido radical un pacto federativo para el próximo año:

a) la organización del "tren del desarme", de Bruselas a Varsovia, previsto para el verano de 1979;

b) la celebración de un convenio internacional, a lo largo de 1979, sobre la defensa popular no violenta;

c) la reanudación, a nivel de las instituciones europeas, de la batalla contra los códigos y los tribunales militares.

4) estudiar con el Frente radical de inválidos (Fri) propuestas para el pacto federativo, como sustitución de las que el pasado año no pudieron realizarse conjuntamente debido a las condiciones en las que se hallaba el Partido. Dichas propuestas deberán ser sometidas al Consejo federativo en caso de acuerdo, para impulsar la lucha de la liberación de los inválidos de los impedimentos que obstaculizan su participación total en la vida civil y productiva;

5) apoyar política y organizativamente la iniciativa del grupo radical de Bruselas concerniente a la celebración y la promoción de un convenio internacional sobre el aborto que se deberá celebrar en Bruselas en otoño de 1979, en colaboración con los grupos feministas y democráticos de toda Europa.

La financiación pùblica

El XX Congreso del Partido radical constata que el referéndum del 11 de junio, si bien desde el punto de vista político general ha constituido un gran éxito, en lo que respecta al objeto específico de la financiación pùblica, el Partido de la autofinanciación ha registrado una derrota. El Congreso no considera concluida, con dicho resultado, esta batalla y la volverá a proponer a partir del próximo año, tanto con proyectos de ley, como con otras iniciativas, parciales (presupuestos y ordenamiento de los partidos y controles pùblicos) o totales, sin excluir la posibilidad de recurrir, cuando sea posible, a un nuevo referéndum. Sin embargo, toma nota de que para el Partido, tras el 11 de junio, la financiación pùblica ya no constituye un problema transitorio que se pueda superar y resolver, al menos a corto plazo, con la simple abolición de la ley, sino que supone un problema constante, una contradicción que debe ser asumida y resuelta por el Partido y en el Partido. Y para el Partido sólo existe una método para no dejarse arrollar, y dicho método consiste en luchar totalmente contra el régimen.

Su utilización alternativa

Así pues, el Congreso delibera lo siguiente:

1) que la financiación pùblica no debe entrar en el presupuesto del partido (gastos ordinarios y extraordinarios) sino que debe estar administrado en un fondo distinto;

2) que la financiación pùblica no debe utilizarse para la organización directa e indirecta del Partido (sedes, teléfonos, funcionarios, reembolsos, órganos de información, etc.) ni para sus actividades militantes que deberán cubrirse con la autofinanciación;

3) que la finaciación pùblica debe utilizarse exclusivamente para llevar a cabo servicios y proyectos que permitan contrastar, limitar y si es posible, vencer los obstáculos que el régimen opone a cada batalla antagonista y potencialmente alternativa.

La labor del tesorero

El Congreso da mandato al tesorero nacional para que administre la finacicación pùblica en un presupuesto autónomo del presupuesto ordinario del Partido y utilizarlo exclusivamente con los siguientes objetivos:

1) eliminación del déficit del Partido contraido en 1977 en la campaña para la recogida de firmas para los 8 referéndums;

2) inversiones directas para la información;

3) constitucion, si las condiciones lo permiten, de un centro de producción radiofónica y de asistencia técnica para las radios radicales,

4) inversiones para las actividades electorales decididas por el Congreso o por el Consejo federativo.

N.d.T. (1) Ley "Reale": ley antiterrorista.