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El Congreso de Génova se inicia pocas semanas después del arresto, en Francia, del secretario el Partido radical Jean Fabre por "insoumission". Con motivo de lo acontecido, el Partido radical vuelve a impulsar la campaña de movilización y el compromsio antimilitarista. La movilización culminará con el proceso a Fabre que se celebró en París el 27 de noviembre. Un proceso que se cerró con una sentencia de condena bastante leve equivalente a una absolución, a un reconocimiento del valor del testimonio político y moral de Jean Fabre. Por otra parte, la moción congresual vuelve a afirmar la validez y la necesidad de una nueva iniciativa referendaria y señala los temas. Junto a este objetivo, por primera vez en la moción se hace referencia a la lucha contra el exterminio causado por el hambre y el subdesarrollo en el sur del plantea. El Congreso elige secretario a Giuseppe Ripa y tesorero a Paolo Vigevano.
El XXII Congreso del Partido radical saluda al compañero Jean Fabre detenido en Francia por afirmar los derechos de libertad de los no violentos, de los objetores de conciencia, de los que luchan por liberar a Europa, a sus pueblos, del militarismo, de la violencia y de la represión. Superando las fronteras y las barreras nacionales, la desobediencia civil, la disensión no violenta, la "insoumission"pueden convertirse hoy, gracias a Fabre, en modelo e instrumento unificador y unitario de todos aquellos que en Europa defienden los derechos de libertad y de conciencia. Sin este formidable método se corre el riesgo de que se trivialicen los esfuerzos de los diputados radicales que, en el Parlamento europeo, luchan contra la coalición de fuerzas conservadoras y reaccionarias y condicionan no sólo los trabajos y las opciones políticas sino las mismas normas y reglamentos. Con ello se corre el riesgo - cuya gravedad ha sido subrayada con la extradición de Piperno - de crear un "espacio judicial"europeo en cuyo marco se anulen los antigos e inalienables derechos de libertad. Cabe contraponer fuertes luchas liberales y socialistas, capaces de ensalzar y unificar las esperanzas de las oposiciones, de las minorías y de los oprimidos de toda la tierra. El Congreso vuelve a afirmar su profunda unidad en la iniciativa de lucha de Jean Fabre, en sus motivaciones y desarrollos. Y si tenemos el deber de reconocer que no hemos tenido la fuerza para recoger con la urgencia necesaria el llamamiento a una gran iniciativa internacionalista con motivo de la cuestión Jean Fabre, el Congreso subraya la necesidad de promover un mes de movilización antimilitarista, radical en toda Europa, con vistas al proceso a Jean Fabre que se celebrará el 27 de noviembre. El Congreso señala como objetivo primordial de este mes la movilización, la preparación y la realización de un convenio político-jurídico europeo sobre los tribunales militares que se celebrará en París en los días 23-24-25 de noviembre, y así mismo lanzar un llamamiento para la abolición de los tribunales militares. Al mismo tiempo, el Congreso señala para el 27 de noviembre una jormada extraordinaria de iniciativa antimilitarista que consiste, en Francia, en que se produzca una presencia masiva en el proceso contra Jean Fabre, y en Italia el rechazo de la instalación de nuevos misiles con cabeza nuclear y la organización de marchas populares en llos lugares en los que los jefes de la Otan los han destinado. El Congreso da mandato a los órganos estatutarios para que examine inmediatamente la posibilidad de emisiones radiofónicas en territorio francés y en particular en la ciudad de París: no sólo para informar adecuadamente a los ciudadanos sobre el proceso contra Jean Fabre y sobre las iniciativas antimilitaristas, sino para contribuir a desgranar en dicho país el anacrónico y conservador monopolio de los instrumentos de comunicación de masa; da mandato así mismo a los órganos estatutarios para que señalen todas las demás inicaitivas que se deban celebrar en los próximos días - en particular las formas de presencia en Francia y en los demás países europeos en colaboración con otras fuerzas políticas y antimilitaristas - e invita a los inscritos y a las asociaciones radicales a organizar iniciativas paralelas en territorio italiano. Las luchas antiautoritarias sobre los derechos civiles encuentran una vez más en Italia su transición necesaria, ùnica y urgente en el instrumento referendario. Las batallas y las victorias de estos ùltimos años y la mismísima presencia radical en el Parlamento, corren el riesgo de dispersarse y perderse. El régimen ha puesto en práctica medidas excepcionales para tal fin, a partir de la utilización perversa y violenta de sus medios de comunicación de masa. Todo lo sucedido con motivo del encarcelamiento de Jean Fabre, con la omisión y la falsificación de la información, con el rechazo de las peticiones y las protestas de los parlamentarios radicales, es una clara demostración de que existe una voluntad concreta y declarada de encerrar, sofocar y liquidar los espacios de información que hasta ahora habían sido conquistados por las luchas alternativas del Partido radical. Sólo con una movilización inmediata del Partido para un proyecto referendario de excepcional vigor se podrá confiar en malograr el peligro. Hay que dar fuerza, capacidad de expresión, posibilida de iniciativas y de presencias en las calles y en las plazas a la mayoría divorcista, al Sí expresado en 1978 en el referéndum contra la financiación pùblica de los partidos, a las fuerzas alternativas, de las autonomías locales y de los ciudadanos, a todos aquellos que luchan por una calidad de vida superior. El Congreso, invitando a todas las asociaciones y a los partidos regionales a establecer y desarrollar el debate sobre los contenidos del referéndum, delibera celebrar una asamblea nacional político-organizativa a partir de dicha iniciativa. Mientras solicita al Consejo federativo que ponga manos a la obra, señala - a partir de los ocho referéndums de 1979 - los siguientes temas posibles para la recogida de firmas en la primavera próxima: - Concordato, delitos de opinión del código Rocco, código de procedimiento penal, pena de muerte, decreto antiterrorismo y leyes especiales, códigos y tribunales militares, desmilitarización de la policía estatal y de la policía aduanera; - gremio de periodistas y legislación en la prensa; - gastos militares, centrales nucleares, y caza; - aborto, y liberalización del cannabis y sus derivados. El Congreso se ve obligado a constatar que en el umbral del 1980 no se ha hecho nada por salvar a los 50 millones de seres humanos condenados al exterminio a causa del hambre. El Congreso da mandato a los órganos estatutarios para que actùen, solicitando un encuentro inmediato con el Presidente de la repùblica para que se celebre del 1 al 8 de diciembre una semana de luto nacional y paraque a lo largo de ésta se lleve a cabo una gran movilización de todos los comunistas, socialistas y cristianos auténticos, y para que, durante la misma, todos los órganos de información italianos dediquen un amplísimo espacio al debate sobre las propuestas de intervención urgente del Estado para salvar a aquellos que aùn pueden ser salvados reduciendo al mínimo todos los servicios de crónica política, que se revelan de ínfima importancia con respecto a la monstruosidad de la tragedia que representa la muerte de millones de seres humanos. Para conquistar el éxito en este difícil proyecto referendario, es necesario un Partido radical fuerte y renovado. Hay que superar las divergencias entre la imagen del Partido de la victoria del 3 de junio y la realidad de sus estructuras actuales, débiles e inadecuadas. El compromiso por reforzar los partidos regionales, peara enriquecer la autonomía y las capacidades de manifestación y de expresión se tiene que concretar en primer lugar en la organización de la recogida de las firmas. El partido federal y los partidos regionales deben aprovechar la ocasión del referéndum como un momento de apertura y de crecimiento que permita alcanzar el objetivo de 10.000 inscritos no recogidos formal y burocráticamente, sino en vivo, directamente en la lucha y con el esfuerzo militante. El Partido no puede repretir las experiencias pasadas, es decir el abandono y la omisión del objetivo de la construcción de sus estructuras. Los partidos regionales deberán en esta ocasión multiplicar la creación de asociaciones radicales; junto a las asociaciones radicales, será menester favorecer el nacimiento y el crecimiento de nuevos movimientos organizados y autónomos, que enriquezcan el panorama alternativo de la sociedad italiana. Un partido renovado a partir del impulso referendario podrá adquirir la estructura federativa del estatuto y alcanzar la dimensión mínima necesaria para garantizar una autofinanciación. La autofinanciación es la base de la supervivencia del Partido radical como partido liberal. A través de la autofinanciación cabe conquistar para el Partido la posibilidad de que se produzcan iniciativas autónomas fuertes, a nivel federativo sobre todo. Sólo a través de una autofinanciación a medida segùn las responsabilidades actuales del Partido, será posible que no se susciten problemas y contraposiciones - a veces lógicos, a veces ficticios - sobre el uso de la financiación pùblica. Por ello, el Congreso confirma plenamente la definición estatutaria del partido como autofinanciado en sus luchas y en sus estructuras; el Congreso da mandato al tesorero para que expulse del Partido radical todo fondo que provenga de la financiación pùblica de los partidos políticos, utilizándolo segùn las indicaciones generales expresadas por la moción del Congreso de Bari, y subraye, a éste propósito, la prioridad del problema de la información. El Congreso ha hecho hincapié en elhecho de que no existen entre los radicales divisiones y contraposiciones con respecto a las grandes luchas y a la estrategia radical que se ha ido afianzando a lo largo de estos años, ante y contra el problema del vacío que se está produciendo en las instituciones que progresivamente asisten al protagonismo de las secretarías de los partidos del supuesto arco constitucional, los cuales constituyen una auténtica asociación cuyo objeto es trastornar las instituciones constitucionales italianas. Para el próximo mes de abril, el Partido radical deberá haber puesto en marcha la iniciativa referendaria como terreno de confrontación y de encuentro sobre algunos temas (energía nuclear, medio ambiente, orden pùblico y delitos de opinión), que constituirán la plataforma concreta de lucha a partir de la cual se pueda realizar - tanto a nivel nacional como local - una línea "administrativa"que sea alternativa e innovadora incluso en comparación con el modelo de la buena administración ordinaria, mito de las juntas "rojas"especialmente en Emilia Romaña, y que sepa conectarse con un diseño general de cambio de la calidad de vida. El Congreso invita a alas asociaciones y a los partidos regionales a establecer un debate para tratar sobre el plazo electoral administrativo, y da mandato al secretario del Partido para que convoque un Congreso extraordinario para tomar las decisiones finales al respecto. El estatuto del Partido radical - subrayándolo con firmeza y orgullo - es el estatuto del partido de la alternativa. Su impulso y su puesta en práctica harán que resalten la fuerza y las capacidades - que, no obstante, hay que seguir defendiendo - de promover una organización auténticamente liberal. En cualquier caso, es necesario, más allá de la fórmula estatutaria, crear, profundizar, renovar y consolidar ese profundo sentimiento de solidaridad humana y cívica, civil y política que debe vincular a los radicales a un proyecto de vida asociada en el que los valores comunitarios sean de por sí una freno potente para el consumo, las enajeaciones que producen las sociedades industriales y la degeneración de la vida política tradicional. El Partido y los miembros electos son los "sujetos"del Partido radical; suya es la enorme responsabilidad de ralizar en el país la esperanza liberal. Gracias al grupo radical en el Parlamento europeo, la dimensión de la lucha se ha ampliado a Europa. En este momento, Europa entera e Italia se hallan expuestas y amenazadas por la posibilidad de un reforzamiento militar a partir de la instalación de los misiles "Pershing"y "Cruise". La militarización de Europa y de cada uno de sus países progresivamente adopta dimensiones escalofriantes. El Congreso, al dar mandato a los órganos electos para que lancen inmediatamente una iniciativa de lucha contra la instalación de estos misiles, subraya que la lucha antimilitarista debe aprovechar esta oportunidad para volver, necesariamente, al centro de la iniciativa radical. |