XXIII Congreso (extraordinario) del PR
Roma, 7, 8 y 9 de marzo de 1980

El XXIII Congreso - extraordinario - se caracteriza por la moción aprobada más que por las modalidades de desarrollo. Las mociones de los congresos radicales junto con un análisis político más o menos amplio, indican objetivos sobre los cuales concentrar la iniciativa del año. Estas características se encuentran sin lugar a dudas en la moción del XXXIII Congreso, sólo que inseridas en un contexto más amplio. Es como si al iniciar esta nueva década se quisiese formular un manifiesto programático para los años sucesivos. Entre otras cosas, la moción propone el texto de un preámbulo al estatuto en el que se afirma el valor absoluto de la no violencia y de la desobediencia civil. La moción indica los objetivos de la gran campaña contra el exterminio causado por el hambre, lucha que el Partido se comprometerá a llevar a cabo en los próximos cinco años.

Con una opción tan valiente a largo plazo, se decide no presentarse a las elecciones administrativas inminentes.

MOCION GENERAL

Ante la decisión de los señores de la guerra y de los poderosos italianos y de todo el mundo de exterminar este año a más de veinte millones de niños y a decenas de millones de hombre y de mujeres para poder perseguir mejor la política armamentista y bélica de explotación y de violenza que les permitirá gastarse, en 1980, más de 650 trillones en defensa de un sistema de poder y de intereses;

ante las previsiones de la Comisión Carter, de la Comisión Brandt, del Consejo mundial de la alimentación, de la Fao, de un aumento del índice de mortalidad por desnutrición y la perspectiva certera de la total imposibilidad de desarrollo e incluso de estabilización del status quo en el Tercer mundo a causa de la política energética de los países de la Opec así como de los del norte, de la zona rublo y de la zona dólar, de la zona yen y de la zona europea, los cuales apuntan, al unísono, hacia la tecnología nuclear del plutonio;

ante políticas exteriores - italiana y europea, democristiana, liberal, comunista y socialdemocrática - que recorren, básicamente unánimes, las vías suicidas y criminales que el mundo conoció en los años treinta con los acuerdos de Mónaco; es decir la bùsqueda del compromiso y de la complicidad con la política de los campos de exterminio y de las explotaciones colonialistas, de los gulags y de las leyes de excepción, de las agresiones y anexiones, para realizar reparticiones del mundo y equilibrios de potencia y de poder;

ante una política nacional, interior, en la que se unen las cumbres del Estado, la clase pùblica y la privada en la solidaridad en torno a opciones y contenidos subversivos y criminales para con la Constitución y la ley penal, por las mismas razones por las que se han unido en la política exterior basada en el exterminio y en los armamentos, es decir en la locura criminal con respecto a los derechos humanos y de los pueblos;

ante la confirmación del eterno y cada vez más perfeccionado intento de controlar a los ciudadanos, al país, negándole su derecho a la información, presupuesto igualmente jurídico del método y del sistema democrático y representativo, falseando las reglas del juego, sometiendo al Estado a las tremendas exigencias de supervivencia y de defensa personal de los responsables de un uso perverso del poder;

ante los eventos cotidianos que confirman en todo el mundo a través de las portadas de los periódicos, incluso los italianos, el carácter corruptor de un régimen basado en el peculado (tal y como lo definió Ernesto Rossi), sobre el monopartidismo imperfecto, en la ofensa cotidiana al Estado en todo sector de la vida constitucional; ante el hecho de que el Presidente de los Estados Unidos de América en su discurso sobre el estado de la Unión denuncie la existencia en Italia de revoluciones contra la democracia y el derecho convergentes con las que son los objetivos de los terroristas de toda ideología;

ante la disgregación moral, cultural, política, social, económica y jurídica del Estado; ante el desmembramiento doloroso y perverso de las instituciones por parte del poder y de sus administradores y controladores, sean un pretendido "gobierno" o una pretendida "oposición"; ante la propagación de los escándalos y de la política del chantaje mafioso basada en ellos;

ante la falta de civismo existente desde el punto de vista jurídico, autoritario, violenta, desfasada, veleidosa y clasista contra la civilización jurídica liberal, humanística y republicana y de constante ataque y desmantelamiento de la Carta fundamental del Estado; ante la instauración de un régimen basado, por el contrario, en una unanimidad pseudo-pluralista de la unidad nacional craxiana, o del compromiso histórico berligerianano, o de la solidaridad corporativista democristiana;

ante las opciones homogéneas por la violencia y el asesinato, por la infamia y la degradación humana y civil de los "terroristas" a los que se les tacha infamemente de ser los autores de una guerra entre la Repùblica y sus organizaciones, y cotidianamente ampliado el carácter de antagonistas ùnicos reales, opción ùnica real contra el protagonismo del régimen actual; ante las elecciones y la celebración de los referéndums para cuyo estudio ha sido convocado y celebrado el XXIII Congreso

proclama el derecho y la ley

derecho y ley también políticos del Partido radical,

proclama en su respeto la fuente insuperable de legitimidad de las instituciones,

proclama el deber de desobedecer, de no colaborar, de practicar la objeción de conciencia, las fuentes supremas de lucha no violenta en pro de la defensa, con la vida, de la vida, del derecho y de la ley.

Lanza un llamamiento a sí mismo, y a toda persona que desee confiar en la vida y en la paz, en la justicia y en la libertad, para respetar y defender activamente dos leyes fundamentales como: la Declaración de los Derechos del Hombre (confiando en que el título se cambie y pase a ser: "Derechos de la Persona") y la Convención Europea de los Derechos del Hombre así como las Constituciones de los Estados que respeten los principios contenidos en las dos cartas; el rechazo de la obediencia y el reconocimiento de la legitimidad para aquél que las viole, para aquél que no las aplique y para aquél que las reduzca a simples declaraciones verbales meramente ordenadoras, es decir que haga de ellas no-leyes;

Declara otorgar al imperativo cristiano y humanista "no matar" valor de ley históricamente absoluta, sin excepciones, ni tan siquiera la de la legítima defensa.

Delibera que, de ahora en adelante, hasta que se venza la política de exterminio causada por el hambre y por la guerra, como testimonio de piedad, de conciencia humana y de dignidad civil, el emblema del partido portará una banda negra en señal de luto, como contraposición al rechazo decretado por el poder de los partidos y de la repùblica, a todos los niveles, para honrar al menos con un pequeño símbolo oficial a la inmensa parte de la humanidad que en estos años, en estos meses muere exterminada.

Confía en que a partir del próximo Congreso, todo lo escrito en el presente documento desde "Proclama el derecho y la ley..."hasta "...exterminada"sustituya el "preámbulo" del estatuto del Partido radical.

Teniendo cuenta lo expuesto

el XXIII Congreso del Partido radical delibera:

1) proponer una gran campaña internacional y nacional para solicitar y obtener la acusación por crímenes contra la humanidad de los responsables - jefes de Estado y ejecutivos - de la política armamentista y de exterminio, empezando por la de las máximas potencias, a través del procedimiento ilustrado por el científico Roberto Vacca en el club de Roma, con una acción dirigida al Tribunal Constitucional de La Haya segùn los principios legítimos y legales que pueden deducirse del proceso de Nuremberg;

2) realizar, en toda sede institucional o no, las acciones necesarias para obtener que el Consejo de seguridad de la Onu utilice finalmente sus poderes y deberes institucionales para conjurar contra la prosecución del exterminio causado por el hambre en nuestro planeta;

3) instigar a todo militante del Partido a que se comprometa a luchar en pro del orden y la paz, el derecho y la ley constitucional apoyando la gran acción no violenta, el "satyagraha"que iniciará con las manifestaciones de la próxima Semana Santa, para que junto con otros millones de vidas se salven las de aquellos hombres y mujeres, y de los radicales europeos que participarán; que cada cual sepa que puede y debe, ahora, a través de gestos simples y cotidianos, personales y políticos, "crear"de esta manera "vida"y "paz"o, de lo contrario, contribuir a provocar muerte y guerra;

4) lograr que en la campaña de recogida de firmas se consigan al menos siete millones de firmas autentificadas para los diez referéndums en defensa de la vida, de la paz, del derecho y de la ley constitucional el otro objetivo absolutamente prioritario del Partido radical, de todo militante y de toda persona que quiera seguir teniendo confianza en vez de caer en la desesperación a causa de la política, de la democracia, de la Constitución y de la Repùblica;

5) hacer de los objetivos del preámbulo estatutario y de los objetivos explícitos e implícitos en los diez temas referendarios, el objeto de un primer proyecto radical de unidad de acción y de programa alternativo de legislatura de la izquierda en Italia, para proponerlo inmediata y formalmente al Pci, al Psi, y a toda fuerza radicalmente laica, cristiana y socialista, liberal y democrática de clase en nuestro país y en Europa; para ofrecer a la democracia y a la paz una alternativa política actual y concreta con respecto al desierto y a las ruinas de los ideales y de las esperanzas de la resistencia antifascista y europea, antinazi y antiestalinista, antimilitarista y antimperialista, para ofrecer una alternativa a la antidemocracia, al exterminio, a la guerra y a la muerte;

6) proponer formalmente a todas las fuerzas y a todas las personas fuere cual fuere su ideología política e ideal, incluso a las no italianas, el método y el objetivo urgentes de basar la formación y el trabajo de un primer Gabinete-sombra en Italia en el proyecto comùn de legislatura de la izquierda;

7) aplicar cada vez con más fuerza, rigor y frecuencia los métodos no violentos afirmados en el preámbulo como deber político de los radicales en las cuestiones políticas e institucionales del país, cuando éstas constituyen progresivamente un atentado contra la ley y contra la Consittucion, auténticos y ùnicos momentos de subversión triunfantes desde hace treinta años, marginales aunque estructuralmente sostenidas por ópciones terroristas atroces, infames y lùgubres; y aplicables sobre todo cuando el juego democrático resulte directamente estafado en las citas electorales, tal y como hizo el Partido radical en las elecciones de 1972;

8) ocuparse de la organización de la denuncia y de la acusación judicial institucional, por "asociación para delinquir" de los principales - y sólo de los principales - responsables institucionales y para los delitos específicos principales que se les puedan imputar, para lograr, a lo largo de los próximos años ese proceso contra el "Palacio del Gobierno" solicitado en primer lugar por el Partido radical y después por Pier Paolo Pasolini y que progresivamente demuestra la ùnica vía juiciosa, prudente, concreta y factible para buscar la verdad y la justicia, la ùnica para interrumpir la cadena cada vez más estrecha de los chantajes y de los ajustes de cuentas, arma usual en las distintas bandas mafiosas del régimen, de la Dc aunque no sólo de la Dc. Este proceso deberá tener lugar,pero deberá igualmente garantizar a los acusados todos los derechos de defensa democrática, y deberá basarse en artículos y procedimientos de códigos totalmente democráticos; sólo entonces podrá existir la fuerza de la justicia contra la violencia de la corrupción, de las masacres que, tal y como advierte Leonardo Sciascia, se expresa no en el "vacío"sino en la "plenitud"del poder de este Estado y de su vida constitucional;

Por lo que se refiere a las próximas elecciones generales regionales y a las elecciones administrativas municipales y provinciales, el Congreso da mandato a los órganos del Partido (secretario, tesorero, Consejo federativo) para que decida como considere oportuno, en el ámbito de las respectivas responsabilidades, sólo cuando todos los elementos de evaluación necesarios para asumir decisiones tan graves sean conocidos y claros; el Congreso delibera que, en esta ocasión, se deben asegurar plenamente por lo menos las siguientes condiciones de presencia:

a) la organización institucional de la campaña electoral debe permitir una mayor información que en las elecciones anteriores y un mayor respeto de las reglas del juego, del derecho de los ciudadanos a conocer para poder elegir y deliberar;

b) el emblema y la responsabilidad del Partido radical federal no deben cuestionarse sin la certeza de que sea absolutamente necesario para el éxito de la campaña no violenta contra el exterminio de millones de personas a lo largo de las próximas semanas y de decenas de millones de personas en los próximos meses, para el éxito de la campaña referendaria y en pro de la intransigente defensa del modelo democrático y de las reglas del juego, contra la pretensión de imponer condiciones y así pues resultados falsos contra la lucha institucional;

c) la no implicación directa de los compañeros inscritos al Partido radical en la vida institucional de los entes regionales, de los ayuntamientos y de las provincias, salvo en situaciones de carácter absolutamente extraordinario;

d) el Partido radical no deberá estar implicado en ningùn caso en la responsabilidad de la formación de listas que no posean carácter de listas oficiales del Partido.

En cualquier caso, y alegándolo a las condiciones anteriores, el Partido radical no deberá exponerse a presencias que no den garantías de claridad, adecuación y que supongan victorias marginales contra las políticas del régimen y deberá subrayar explícitamente su absoluta exención de responsabilidad, como Partido, con respecto a la acción de los eventuales miembros electos en sus listas.

El XXIII Congreso del Partido radical

invita al primer secretario, a los partidos regionales, a las asociaciones y a los movimientos federados a llevar a cabo la máxima difusión militante, en las próximas semanas y meses, del presente documento. En particular, delibera la publicación de fragmentos o el texto íntegro en los principales órganos europeos e internacionales de información. Delibera asímismo que las primeras tres copias del emblema del Partido con la banda de luto se entreguen como regalo al Presidente de la repùblica, al papa Juan Pablo II y al Presidente del Parlamento europeo.