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El documento que clausura el XXIV Congreso es completamente distinta de la moción del congreso extraordinario anterior. Esta vez la moción es concisa y fundamental. Una vez fijado en la moción anterior el cuadro general y teórico de la iniciativa política radical, se pasa ahora a la definición de los objetivos y de las prioridades para los órganos del Partido y para los radicales: referéndum y autofinanciación para los primeros, lucha contra el exterminio a causa del hambre para los segundos. El Congreso elige secretario a Francesco Rutelli y tesorero a Silvio Pergameno.
EL XXIV Congreso del Partido radical asume como preámbulo al estatuto el texto propuesto como tal por el XXIII Congreso: convoca para agosto de 1982 el Congreso extraordinario de refundación estatutaria y por lo tanto política del Partido radical, y da mandato al secretario federal, al tesorero y al Consejo federativo para que ponga en marcha antes de enero de 1981 las labores necesarias para cumplir este objetivo; subraya que los diez referéndums constituyen, sin lugar a dudas, el plazo más importante, grave y determinante de la vida de las instituciones y de la democracia italiana; cada uno de los diez temas corresponde a los problemas cuya solución es dramáticamente urgente y esencial para el progreso, la justicia, el orden y la libertad de nuestro país; indica al Partido, al secretario, al tesorero y al Consejo federativo que todas las energías deben estar encaminadas a realizar las reformas o las conquistas que son el objetivo de los referéndums, sin discriminación alguna entre ellas; ratifica, como proncipio y como confirmación objetiva y necesaria de la praxis estatutaria, que la autofinanciación - finalizada en las luchas indicadas en la moción aprobada, que constituyen la obligación prioritaria y vinculante del secretario y del tesorero federales - debe mantenerse a rajatabla y debe realizarse integralmente; da mandato al tesorero para que elimine del Partido radical toda fuente derivada de la financiación pùblica de los partidos políticos, aplicando las indicaciones expresadas por las mociones de Bari y de Génova, insistiendo en la prioridad de la necesidad de que exista una información autónoma, al sevicio de los ciudadanos y del país; confía la responsabilidadd a todos los radicales las luchas no violentas deliberadas en la moción aprobada por el XXIII Congreso extraordinario con respecto a los problemas del exterminio causado por el hambre o por la guerra. |