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POR EL DERCHO A LA VIDA Y POR LA VIDA DEL DERECHO El año 1985 se cierra con un balace sin lugar a dudas positivo para la iniciativa política radical. Recordamos que el referéndum sobre la escala móvil, gracias en parte a la acción radical, salen a flote las contradicciones y las ambigedades de la política del partido comunista. Las elecciones regionales en donde se instiga, con razonable altruismo, el nacimiento de un nuevo sujeto político nuevo: las listas verdes. La campaña por una justicia justa, en la que la confrontación alcanza cuotas elevadísimas, y que se anuncia central para los meses venideros. La lucha por la afirmación de conciencia, que plantea con gran simplicidad el problema internacional. A lo largo de los doce meses se registran éxitos significativos. La moción congresual concentra sus energías en algunos puntos esenciales. En primer lugar, en el binomio derecho a la vida/vida del derecho, con el propósito de extender, incluso recurriendo a la democracia directa, la campaña a favor de la justicia. El tema de Europa, anclado en el Tratado Spinelli, vuelve a ser el centro de atención. El Congreso confirma que el secretario será Giovanni Negri y el tesorero Giuseppe Calderisi.
El 31º Congreso del Partido radical saluda, agradecido, a los que han hecho posible con su inscripción, su labor y su apoyo, una aventura política sin igual y sin precedentes, que ha asegurado, no sólo en Italia, conquistas y esperanzas de gran civismo y de gran valor humano y político. A todos ellos y a todos los demócratas, el Congreso lanza un llamamiento para que se comprometan a realizar un esfuerzo para dar cuerpo a una alternativa de esperanza, de derecho y de vida para acabar de una vez por todas, si ello fuere posible, con el desastroso discurrir de la política italiana hacia mayores degradaciones y la destrucción definitiva de toda posibilidad de vida democrática, de legalidad y de justicia. Durante el año 1986, y desde ahora, el Partido Radical delibera comprometerse en lo siguiente: 1) dar impulso en Italia y en Europa, en toda su originaria radicalidad, la gran batalla a favor de la sobrevivencia de tres millones de seres humanos antes de un año, contra el exterminio que causa el hambre y la miseria en el tercer y el cuarto mundo. Vuelve a proponer el objetivo y los métodos indicados por el Manifiesto- Llamamiento de los Ptremios Nóbel, y con los que se identificaron las resoluciones del Parlamento europeo, que se nos antoja tan urgente y necesario ante el ruinoso balance de una ley que no por nada fue votada por todos los sectores que pertenecen al bando partidocrático, sin el consentimiento y el voto del Partido radical. Sólo de esta manera será posible transformar las abstractas cifras de las cantidades destinadas a la cooperación y al desarrollo, las peticiones de principio y voluntad política efectiva, y el compromiso central del gobierno de la República y de las fuerzas políticas. 2) A permitir y preparar a cada radical y a cada ciudadano que posea y advierta la necesidad de desembocar en una iniciativa judicial grande y continua de masa para llevar a cabo, a lo largo de 1986, la lucha que deberá unir la batalla por el derecho a la vida y la de la vida del derecho, para intentar reconquistar de esta manera el respeto de las leyes y de los derechos de los ciudadanos. Sin la afirmación de una iniciativa judicial, organizada y difundida, contra la ilegalidad y los comportamientos y responsabilidades concretas que la hacen posible, no tendría sentido confiar en el afianzamiento de leyes y jurisprudencia democráticas y constitucionales, a través de reformas legislativas en el Parlamento e iniciativas de democracia directa en el país. 3) Recogiendo el llamamiento dirigido a Altiero Spinelli al Congreso, asegurar el mayor compromiso federalista encaminado a realizar el nuevo tratado para la Unión europea tal y como ha sido propuesto por el Parlamento europeo, contra el hundimiento de todo proyecto de unidad política de la Comunidad europea ya decretado por los gobiernos nacionales de los Estados miembros, contras las voluntades y las esperanzas de sus pueblos, los intereses y las necesidades imperiosas de sus países, las razones y las aspiraciones de un nuevo equilibrio y orden internacional. 4) A continuar y reforzar en Italia y en Europa la batalla por la objeción de conciencia y al afirmación de conciencia para obtener la emanación de una directiva comunitaria para la aproximación, al máximo nivel, de las legislaciones nacionales sobre la objeción de conciencia y afirmar la plena y actual practicabilidad y la mayor eficacia de las decisiones adoptadas en materia de defensa que garanticen más seguridad a través de la adopción de políticas e instrumentos no militares.
Como contrafuerte de la moción general, el 31º Congreso del Partido radical aprueba así mismo una resolución presentada por Marco Pannella (las resoluciones son un tipo de documento congresual que, a partir de 1982, se adjuntan al documento general). La resolución, considerando la imposibilidad de ejercer los derechos democráticos, otorga un año de plazo para proponer en el próximo Congreso un proyecto para que cese la actividad del partido. No se trata de una exasperación víctimista, o una aceleración maxímalista, sino de volver a proponer la conciencia de que la lucha política radical no puede limitarse a la simple conservación de lo existente, sino que debe estar acompañada de una laicización y democratización d la vida política italiana.
El 31º Congreso federal del Partido radical, reunido en Florencia, el 30, el 31 de otubre, el 1, el 2 y el 3 de noviembre de 1985, con motivo del 30 aniversario de su fundación, considerando la pérdida, tanto para el partido como para el ciudadano de a pie de la República de: a) las garantías constitucionales elementales; b) la garantía del derecho; c) la igualdad de los ciudadanos ante la ley; d) los derechos mencionados en los art. 21 y 49 de la Constitución y la Convención europea, relativos a la libertad de expresión, de manifestación de las propias ideas y de organizacisón política; e) el respeto y las aplicacisones de las normas que regulan el juego democrático y la dialéctica de las instituciones, y que garantizan un correcto proceso democrático formativo de las voluntades y de las decisiones atribuidas al sufragio popular; f) de la defensa de la violencia de quien ha realizado y realiza desde el seno de los máximos niveles de la organización de la información y de la comunicación la subversión del orden republicano, con la perpetuación de gravísimos delitos asociativos por todos conocidos; y ello con el rechazo sistemático del ejercicio de la actividad jurisprudencial; g) el derecho a la imagen y a la identidad, aspectos esenciales de la vida misma, derecho prácticamente vanificado por el orden juducial que viola la ley para practicar un rito ilegítimo en lugar de practicar un rito sin instrucción, considerado por la verdad y la justicia; Constata, denuncia, procalma la consiguiente imposibilidad de ejrcer los derechos democráticos y la persecución misma de la propia actividad en este contexto, cuando no aceptando hacer ver que son democráticamente minoritarios o marginales y vencidos, los valores, los ideales y los objetivos del partido y al mismo tiempo legitimando el juego antidemocrático en el que se participa y así como sus salidas; confía a los órganos estatutarios el mandato de proponer en el próximo Congreso extraordinario un proyecto para el cese de las actividades de partido. El 31º Congreso señala un año límite, más allá del cuál se pasaría de una respuesta encaminada a acabar con la violencia que estamos sufriendo a una connivencia de fracaso con el régimen y los portadores de los "valores" de injusticia, de violencia y de antidemocracia. Que sea éste tambin un año de extraordinario compromiso para todos. |