VI Congreso del PR
Milán, 1, 2 y 3 de noviembre de 1969

El Congreso de Milán constata la consolidación y la ampliación de las iniciativas radicales, aun a pesar de tratarse de un año que se sitúa en un contexto político bastante difícil; parecía agotado el impulso autenticamente liberal de los grandes movimientos sociales que habían estallado el año anterior, se reforzaban en su seno las tendencias hacia una nueva cerrazón ideológica. Inesperadamente, la lucha anticoncordataria registró éxitos importantes, mientras se aproximaban las citas parlamentarias para discutir la cuestión del divorcio. Elcongreso precisa algunos puntos y fija, junto a algunas citas tradicionales de las luchas anuales radicales (protesta por la festividad del 11 de febrero, esención de la enseñanza religiosa en los colegios, marcha antimilitarista Milán-Vicenza) nuevos compromisos: contra el "sistema clasista de divorcio en manos de los tribunales eclesiásticos" y la constitución de un "Comité unitario de defensa judicial de las minorías radicales",

El Congreso elige secretario a Angiolo Bandinelli y tesorero a Roberto Cicciomessere.

MOCION GENERAL

EL VI Congreso del Partido radical

oído el informe del secretario nacional Mellini y del tesorero Bandinelli, tras un amplio debate, en el que han participado compañeros radicales y compañeros procedentes de otras fuerzas y movimientos de la izquierda o independientes,

constata el trabajo político del secretario nacional ha sabido respondera los objetivos políticos indicados por el Congreso de Rávena concernientes a la construcción del partido según las indicaciones estatutarias y la preparación de un referéndum popular para la abolición del Concordato. En particular, en lo que respecta a la aplicación del estatuto subraya que sigue siendo válido y para estructurar los partidos regionales y cualquier otra voz de su carácter federal y federado.

En lo que respecta a la iniciativa antinuclear y anticoncordataria, el Congreso subraya que, con el único o predominante impulso del Partido radical, está teniendo lugar la disgregación de la línea política favorable a la revisión que ha caracterizado desde hace veinte años a todo el abanico político laico, desde los comunistas hasta los liberales y las llamadas fuerzas de izquierda democristianas o católicas. Lo demuestrasn las dimensiones y el valor de las adhesiones al Comité nacional de apoyo de la iniciativa radical, tanto de las individuales que comprenden actuamente a más de sesenta parlamentarios de la izquierda, como a las de los movimientos y las organizaciones laicas.

El Congreso subraya la nueva fuerza política reprsentada, en este campo, por la presencia en la campaña anticlerical y radical de fuerzas como la Liga italiana en pro del divorcio, la Asociación para la libertad religiosa en Italia, la Izquierda liberal, la Federación juvenil republicana y la adhesión a la linea abolicionista de la más significativa y rigurosa revista de la disensión de Nueva izquierda, "Questitalia". En particular, el Congreso dirige un caluroso saludo a los fuera-de-la-ley del matrimonio, a los divorciados, a los laicos de las distintas delegaciones de la Lid que precisamente en estos días, en todas partes, en Italia están directamente comprometicos en la lucha anticoncordataria y que constituyen el testimonio del valor democrático, progresista y popular del movimiento divorcista.

El Congreso subraya además el éxito de la iniciativa radical para promover un movimiento antimilitarista eficaz y constata que cada vez son más numerosos los grupos antiautoritarios o pacifistas, que a lo largo de este año han creado, con su compromiso las premisas necesarias para alcanzar este objetivo.

El Congreso subraya la intensificación del carácter unitario de todas las iniciativas radicales de este periodo, que se han desarrollado y se desarrollan puntualmente gracias a la aportación y a la presencia determinante de compañeros comunistas, socialistas de todas las tendencias, republicanos, anarquistas, de la disensión, de la nueva izquierda y demócratas.

Además, el Congreso toma nota de la importante acción en pro del desarrollo del partido que han llevado a cabo aquellos compañeros y aquellos grupos radicales que han intentado aumentar el potencial organizativo del Partido radical a través de iniciativas como la de la "revuelta judicial", de la denuncia de la represión policial en todas sus formas, de las acciones directas no violentas contra la persistente agresión estalinista con respecto a los fermentos socialistas y liberales en los países de la llamada democracia popular y en especial en Checoslovaquia.

Sobre todo, con respecto a la situación política actual del país caracterizada por grandes luchas sociales y por la generalización de los momentos de enfrentamiento de clase y de su radicalización, el Partido radical, mientras confirma su pasada y definitiva condena del centro-izquierda y de toda forma, no sólo a nivel parlamentario y gubernamental, de colaboración con el partido clérigo-clasista de la Dc, subraya que las batallas para la realización de los derechos civiles ya no es sólo un elemento significativo o supraestructural de la lucha de clase sino que representa una reivindicación necesaria y proporciona el instrumento históricamente adecuado para determinar un viraje efectivo de las relaciones actuales de producción y la abolición de todas las formas de opresión y de explotación del hombre sobre el hombre conocidas en la actualidad, desde las más clásicas hasta las propias de la sociedad de consumo y las del capitalismo estatal.

El VI Congreso nacional, consieradas las posibilidades efectivas político-organizaivas que se desprenden de los informes del tesorero, así como las indicaciones del secretario nacional y de la dirección, compromete al Partido radical a perseguir los siguientes objetivos:

1) prosiguiendo la línea emprendida para la organización del referéndum, abolitivo del Concordato, llevar a cabo un gran esfuerzo para que tanto en los puestos de trabajo, como en los colegios, en las oficinas, en las fábricas y en el campo la lucha encuentre su fundamento principal;

2) imponer el proyecto de voto en pro del divorcio en la Cámara y en el Senado, asegurar para la Lid el apoyo de todo el Partido;

3) protestar por la festividad del 11 de febrero, en primer lugar en los institutos. En todas partes dicho día deberá convertirse en momento de la lucha unitaria contra el Concordato;

4) propagar a nivel de masa la importancia del ejercicio del derecho de la exención de la enseñanza religiosa en el colegio, como medio de lucha política contra el clericalismo en la escuela italiana;

5) promover una acción capaz de desmoronar el sistema clasista del divorcio que existe en Italia asegurado por los tribunales eclesiásticos, exponiéndoles a la legitima pretención de usufruir de él los millones de fuera-de-la-ley del matrimonio;

6) garantizar manifestaciones de contracelebración del centenario de la toma de Roma, denunciando toda colusión política que se pudiese verificar entre demócratas y clericales;

7) garantizar a la IV Marcha antimilitarista Milán-Vicenza la tradiciónal aportación radical, tanto patrocinándola como organizándola;

8) promover la publicación de un libro blanco sobre la militarización, sobre las estructuras y sobre los precedentes colonialistas que caracterizan la situación sarda;

9) realizar una conexión mayor entre la acción antimilitarista del Partido radical con las correspondientes organizaciones e iniciativas internacionales;

10) promover la constitución de un Comité unitario de defensa judicial de las minorías radicales.