SOMMARIE LA
CREDIBILIDAD DE LA JUSTICIA De
Morgen, 7 de Enero 1998 De
Morgen, 8 de Enero 1998 De
Morgen, 8 de Enero de 1998 De Morgen,
8 de Enero 1998 De
Morgen, 9 de Enero 1998 De
Morgen, 10 de Enero 1998 De
Morgen, 2 de febrero 1998 ¿PORQUE TOMARSE EN SERIO EL TESTIMONIO DE REGINA? QUINCE MESES PRESTANDO DECLARACION |
De
Morgen, 7 de Enero 1998 El 13 de Febrero de 1984, era hallado en una antigua cueva de criar champiñones de Auderghem, el cadáver horriblemente mutilado de Christine Van Hees (de dieciséis años). Trece años de pesquisas no llevaron a ninguna parte. Tres meses antes del inicio del caso Dutroux, los tribunales de Bruselas clasificaron el caso como cerrado. A finales de 1996, X1 denunciaba ante el tribunal de Neufchâteau a Marc Dutroux, Michel Nihoul y otros como los autores de este hecho. Gracias a detalles muy precisos, X1 demuestró haber estado presente en el momento del crimen. A pesar de ello, la instrucción sigue en una total inmovilidad al día de hoy. Los tribunales de Bruselas llevan desde el 27 de Enero de 1997 una investigación sobre la presunta implicación de Marc Dutroux y de Michel Nihuol en el asesinato de la joven Christine Van Hees. La labor de investigación del destacamento de Neufchâteau (3ª Sección de Investigación Criminal, BSR Bruselas) llevó a la reapertura de la instrucción iniciada trece años antes. La primera razón fueron las declaraciones de la testigo X1. Esta joven de veintiocho años, entró en contacto el 4 de Septiembre de 1996 con el juez de instrucción Jean-Marc Connerotte en Neufchâteau. X1 afirmó haber presenciado el crimen. Pudo probarlo mediante una descripción muy precisa del lugar, detalles acerca de las heridas infligidas a Christine Van Hees y datos relativos a la vida privada tanto de las víctimas como de los autores de los hechos. El relato de X1 se reveló, en algunos aspectos, más completo que el informe de la autopsia realizado por los médicos forenses en 1984. La versión de X1 se confirmó tras análisis del antiguo expediente de instrucción. Esta instrucción, llevada desde 1985 por el juez de instrucción de Bruselas Van Espen, contenía ya elementos que indicaban la pista de Dutroux y de Nihoul. Una amiga de Christine Van Hees delaró en 1984 a la policía judicial de Bruselas que la joven, durante el fin de semana que precedió a su muerte, tenía cita con "un tal Marc de la zona de Mons". A finales de 1986 se descubrió que Dutroux frecuentaba la misma pista de patinaje que Christine Van Hees en 1983 y 84. Además, se aclaró que, poco antes de su muerte, la joven participó en una fiesta de la radio libre de Etterbeek, Radio Activité, que dirigía en esas fechas Michel Nihoul. En el curso de la nueva investigación se interrogó a unos 300 testigos, que confirmaron las declaraciones de X1 en puntos cruciales. Sin embargo la instrucción está hoy en un callejón sin salida. El 25 de Agosto de 1997 el equipo de instructores que trabajaba a partir de las declaraciones de X1 fue retirado del caso. Ello sucedió a causa de la insistencia del juez de instrucción Van Espen, que dudaba de la objetividad de los instructores. A demanda de Van Espen, de su colega Langlois (Neufchâteau) y del comandante de la gendarmería Duterme, se procedió a la "relectura" de todas las pesquisas basadas en el testimonio de X1. Esta relectura debía, en principio durar algunas semanas, pero se va arrastrando más de seis meses. X1 tiene que habérselas, desde Septiembre, con un nuevo equipo de instructores. En carta dirigida a la comisión Verwilghen, se queja -así como su terapeuta- de la forma en que la tratan desde entonces. X1 dice tener la impresión de que buscan que "casque" emocionalmente. Y no es sólo el caso Van Hees el que está prácticamente detenido. Lo mismo pasa con los otros cinco expedientes judiciales que se han abierto o reabierto a partir de las declaraciones de X1, en los juzgados de Amberes, Bruselas, Gante y Neufchâteau. X1 describe varios asesinatos de menores de los que sostiene que se han producido en el seno de una red de prostitución infantil muy extensa. A pesar de una triple 'relectura' de las declaraciones de X1, no puede demostrarse que sus informaciones puedan tener otra fuente que su propia memoria. Las informaciones publicadas en De Morgen acerca de estos expedientes concretan el resultado de cinco meses de pesquisas. EN 1985 LA INSTRUCCION YA CONTENIA ELEMENTOS QUE INDICABAN LA PISTA DE DUTROUX Y NIHOUL Dutroux y Nihoul, sospechosos del asesinato de Christine Van Hees en 1984 "Es el último clavo de mi ataúd" <en español sería: "para mí es la puntilla">, declaraba Jean-Claude Van Espen, juez de instrucción de Bruselas cuando se le hablaba del expediente de la cueva de champiñones. La expresión no es particularmente feliz. Porque fue sobre todo gracias a un clavo como los detectives de la BSR de Bruselas encontraron, a fines de 1996, lo que es probablemente la clave del misterio que rodea el horrible asesinato de Christine Van Hees en 1984. Muy pronto resultó claro que, incluso sin el caso Dutroux y sin el testimonio de X1, Van Espen habría podido hallar desde 1985 la pista de Marc Dutroux y de Michel Nihoul. Aquella tarde el bombero Norbert Vanden Berghen vivió los momentos más agitados de su vida profesional. "El teléfono no había dejado de sonar en todo el día. Teníamos varios incendios y accidentes, incluso tres simultáneos en un momento dado". Era el lunes 13 de Febrero de 1984. A las 20 horas 47 llega otra llamada, vía el 906. Han visto una columna de humo en una casa de labranza en ruinas, sobre el terreno de la antigua explotación de champiñones de Auderghem, cerca del campus de la Universidad Libre de Bruselas (VUB). Incluso antes de que los bomberos pudiesen llegar al lugar, se señala un segundo incendio en las inmediaciones. Del respiradero de la cueva de champiñones sale humo. Mientras que un equipo revisa la casa abandonada, otro equipo se adentra en la cueva con linternas. El teniente Vanden Berghen forma parte del segundo equipo. "Vimos un fuego latente bajo un montón de cajas de madera. Como el fuego estaba casi apagado, nos abrimos paso a golpes más hacia dentro". Origen de la muerte desconocido Lo que entonces aparece, permanecerá largo tiempo grabado en la retina del bombero. Ve un tronco humano calcinado. Una parte de la cabeza ha sido consumida por las llamas. De los pies y manos tampoco quedaba gran cosa. "Era una chica joven. Estaba echada sobre el vientre, desnuda. Brazos y piernas estaban atados con un alambre que también le rodeaba el cuello. Las piernas las tenía dobladas hacia atrás. Horrible". En el montón de tizones, los expertos de los juzgados de Bruselas encuentran los objetos personales de la víctima: joyitas, una camiseta, un sujetador. Los detectives se tropiezan con un enigma. Su primera impresión es que la víctima acompañó voluntariamente a sus verdugos. Antes de que el grupo bajase a las cuevas es evidente que estuvo en la casa, donde se hallan objetos que parecen relacionados con el crimen. Cuando Pierre y Antoinette Van Hees oyen anunciar al día siguiente el descubrimiento de un cadáver de una muchacha a algunas manzanas de su casa, el miedo les embarga. Su hija Christine (16 años) no había vuelto a dormir la víspera. Pasa aún día y medio antes de que la policía judicial de Bruselas (PJ) pueda dar a los quiosqueros de la avenida del Diamante un resultado definitivo: era Christine. Los padres deben ir a identificar pequeños trozos de cuaderno y las joyitas. El cuerpo no se lo mostrarán. Hay razones para ello. En su informe de autopsia, los médicos forenses Rillaert y Voordecker no se aventuran a dar opinión sobre la causa de la muerte. Antes de quemada, la joven fue maltratada de tal forma que es imposible determinar qué tortura le resultó fatal. En su primer informe, el doctor Voordecker menciona señales de estrangulamiento. Más tarde, los médicos incluirán en su informe otra observación: la víctima no se hallaba en período de menstruación. Detalle que no adquirirá toda su importancia más que trece años después. Los padres tienen que encajar otro shock más: su hija no había ido a la escuela aquella mañana. Al parecer, hacía novillos con cierta frecuencia. LA MADRE DE CHRISTINE VAN HEES FUE INTERROGADA POR PRIMMERA VEZ EN 1992 OCHO AÑOS DESPUES DE LOS HECHOS Era la época de la 'new wave'. Christine Van Hees era una adolescente soñadora. Le gustaban los U2, y en los meses que precedieron a su muerte había tenido más de una discusión con sus padres acerca de su ropa y de sus salidas. Christine era también una chica deportista. Una vez por semana, iba a patinar o a nadar. Iba a la escuela en Anderlecht, donde tenía muchos amigos. Debía dar sus últimas señales de vida aquella tarde, hacia las 17 horas 20, a dos de ellos, en la calle Wayez de Anderlecht. Cruzó unas palabras con su amiga Chantal y le enseñó las botas que se había comprado (o que alguien le había regalado) esa misma mañana. Durante esa misma conversación, saludó a Didier, su antiguo jefe scout. Didier y Chantal vieron a Christine alejarse hacia la estación de metro de Saint-Guidon, desde donde tenía media hora de metro hasta la estación Pétillon, cerca de su domicilio. Debió de ser todo muy rápido. Vecinos de la calle Stratégie oyeron a las 18 horas 50 los gritos de una chica. Lo que oyeron parecía ser: "No, eso no! Parad!...Mamá!". La pista de los punks Los que a mediados de los ochentas eran estudiantes de la VUB conocen la 'leyenda urbana'. Unos punks chiflados habrían organizado una misa satánica. El asunto parece fácil. La champiñonera desierta era en 1984 un montón de ruinas. Los punks iban allá con regularidad a fumar un porro, antes de ir al Kultuurcafé. En la medida en que hay tiempo para este caso, es la pista a la que se agarra el juez de instrucción bruselense Eloy. Eloy también está encargado en los juzgados de Bruselas de la instrucción sobre el grupo terrorista C.C.C. Es mucho para un sólo hombre. Eloy tuvo un infarto, y, más tarde, también una depresión nerviosa. El 1º de Octubre de 1985, el caso se pone en manos del nuevo y prometedor juez de instrucción Jean-Claude Van Espen. Van Espen hereda un expediente que contiene ya un sospechoso principal. Es Serge C., uno de los punks que ha sido visto con frecuencia en la granja de champiñones. C., alias "el iroqués" es un personaje notable. Cresta rojo vivo, botas militares, esnifador de pegamento. En 1983, C. estuvo dos meses en la cárcel por robo con violencia. Más tarde tuvo una orden de búsqueda por deserción. El 13 de Septiembre de 1984, C. fue detenido y acusado del asesinato de Christine Van Hees. Durante un registro se encontró en su casa uno de los cuadernos de ella. C. niega, reconoce, niega, reconoce, niega... Su abogado atribuye la versatilidad de su joven cliente al hecho de que la PJ recompense sus confesiones con droga. Cuando no la hay, C. dice no saber nada. Sólo hay una constante en sus declaraciones: la forma en que ese cuaderno fue a parar a su cuarto para él es un misterio. Sospecha que alguien lo puso allí para "largarle el marrón". Este punk será interrogado en total dieciséis veces y permanecerá en prisión preventiva tres años, dos meses y cuatro días. En los informes siquiátricos se puede leer que Serge C. está "profundamente desequilibrado mentalmente" y que "carece de control de sus actos". Cuando C. fue puesto en libertad, el 17 de Noviembre de 1987, habiendo retirado el fiscal todos los cargos, su abogado era Didier de Quévy. De Quévy apela al Tribunal Europeo de Derechos Humanos donde el estado belga resulta condenado en 1991 por sobrepasar el plazo razonable de detención preventiva. De Quévy defiende en esa época a otros marginales, así como es igulamente consejero de un cierto Marc Dutroux y de Marcinelle. A primeros del año 1992, la PJ de Bruselas reeemprende la investigación sobre el asesinato de CHristine Van Hees desde el principio. Por primera vez, la madre, Antoinette Van Hees, es interrogada y tiene lugar una pesquisa en el barrio. Esto conduce a una nueva pista. Durante cuatro años, se buscará al propietario de un coche negro con un águila dorada en el capot. Los vecinos habrían visto un coche así patrullando el barrio. Esta pista tampoco conduce a nada. En Junio de 1996, los padres son informados por el juzgado de Bruselas del cierre de la instrucción. "En la carta escribieron 'su hija Claudine'", recuerda Pierre Van Hees. "Para que se den idea de la manera intensiva con la que se ocuparon del caso". La testigo X1 se presenta en Neufchâteau El miércoles 4 de Septiembre de 1996, el juez de instruccion Jean-Marc Connerotte de Neufchâteau tiene una conversación con el brigada de la gendarmería De Baets, de la sección de finanzas (3ª SRC) de la BSR de Bruselas. De Baets es flamenco. Lleva la investigación sobre la situación financiera de Marc Dutroux. Suena el teléfono. Una tal "Tania de Gante" intenta hacer entender algo a Connerrotte, pero su francés le resulta a él tan incomprensible como su flamenco a ella. Connerotte pasa el teléfono a De Baets. Vía Tania, De Baets habla con una joven que "quiere contar cosas acerca de Michel Nihoul". Enseguida se aclara que la joven tiene muchas cosas que contar. Como solicita el anonimato, aparece como X1 en las actas. íINVESTIGUEN! ORDENA CONNEROTTE "Estamos a un paso del abismo", declara Marc Verwilghen cuando oye hablar del testimonio de X1, a finales de 1996. Durante un debate televisado, un periodista de 'Le Soir' predice que Bélgica no seguirá existiendo por mucho tiempo. El caso Dutroux, declara, no es más que un detalle. ¿Quién es X1? Una mujercita de veintisiete años, sorprendente y con mucho aplomo, que revela una biografía increíble. En mantillas, fue confiada a su abuela, que vivía en Knokke. Allí, se crió como prostituta infantil. Hasta los diez años, la entregaban como si fuese una mercancía en los cuartos de hotel de Knokke. X1 explica cómo, ya adolescente, veía de cuando en cuando a sus violadores por la televisión. Con títulos de ministro, burgomaestre, barón o consejero delegado de bancos o sociedades importantes. Que la violasen esos individuos, dice X1, podía soportarse. El auténtico problema estaba en los asesinatos. El placer de tales clientes se multiplicaba con la angustia del menor. Disfrutaban al máximo contemplando la mayor angustia: la angustia de la muerte. Para organizar y mantener protegido su entramado de corrupción, estos notables recurrían a pequeños delincuentes como su propio rufián Tony o sujetos como Marc Dutroux, Michel Nihoul o Bernard Weinstein. ¿Qué hacer con semejante testimonio en una época en la que el país entero chilla? Investigar, ordena Connerotte. Una cosa sorprende al brigada De Baets desde la primera declaración de X1, el 20 de Septiembre de 1996. Con desconcertante facilidad, puede nombrar a sus antiguas compañeras de clase capaces de confirmar su historia (cosa que harán), da direcciones secretas de notables (que resultan ciertas), hacer descripción de su interior (que se corresponde), y habla de "Marc", el pobre patoso que en los primeros años ochenta se la pasó por la piedra como hicieron otros, entre ellos "Miche". "Dutroux tenía dos pastores alemanes", comenta X1. "Se llamaban Brutus y Sultan". Después, en el curso de un interrogatorio a Dutroux, se le preguntó por los perros. A Dutroux le entró miedo y se negó a contestar. Michelle Martin no desconfió. Uno de los dos perros aún vive; el animal guardaba la casa de Marcinelle cuando Julie y Melissa estuvieron encerradas en ella. "Se llama Sultan", dijo Martin. Muchas informaciones sobre Dutroux aparecieron en la prensa por aquellas fechas. Del nombre del perro nunca se hizo mención. ¿Cómo podía saberlo X1? Diario secreto X1 declaró, en total, diecisiete veces. Cada una de estas declaraciones fue filmada del primer minuto al último, lo que se hizo siguiendo el consejo de expertos. X1 padece lo que en sicología se llama disociación. Para recordar un suceso traumatizante debe ir a buscar en un rincón de la memoria que ha cerrado previamente. Evocarlo hace revivir a la víctima el suceso traumatizante. Pero X1 sabe protegerse. Cuando las cosas se ponen muy difíciles para ella se calla, durante horas si hace falta. No llora nunca. "Nunca me enseñaron a expresar la pena", dice como excusa. El 13 de Noviembre por la tarde, durante su quinta declaración, X1 menciona el nombre de Christine. Cuenta cómo la joven, tras haber sido largamente torturada, fue quemada en el sótano de un edificio en ruinas en la región de Bruselas. Cosa que ocurre como colofón de una orgía que había durado todo el fin de semana y en el curso de la cual -añade más tarde- su propio bebé de cinco meses fue asesinado. Como castigo. Entre las personas presentes, X1 nombra a Michel Nihoul, Marc Dutroux, Michelle Martin, Annie Bouty, Tony, Bernard Weinstein, un abogado de Bruselas, una pareja de Gante y "un desconocido". TENIA QUE MORIR PARA EJEMPLO DE LAS DEMAS Deposición de X1 del 13 de Noviembre de 1996, acta número 116/690: "Mataron a Christine [...] Dutroux y Nihoul la ataron de una manera especial. Yo tenía que meterle un cuchillo por la vagina [...] Me decían que tenía que hacerla callar. Primero ataron a Christine encima de una mesa [...] Guiaban mi mano, estaba obligada a estrangularla, si no, yo correría la misma suerte. Violaron a Christine varias veces. Después la desataron para volverla a atar, pies y manos juntos, por la espalda. Al final, la quemaron." Al término del interrogatorio, X1 describe la casa donde esto sucedió. Después, dió más explicaciones acerca de lo que originó la ejecución punitiva: "En la banda había chicas experimentadas, como yo, de las que los padres se habían distanciado desde la primera infancia. También había chicas que eran abordadas por adultos y a las que se introducía progresivamente en el rollo. Teníamos que tomar a estas chicas bajo nuestra protección. Si cometían alguna falta, las castigadas éramos nosotras. Así era como la cosa funcionaba. Con Christine, la cosa no funcionaba para nada. Estaba perdida. Tres o cuatro meses antes de su muerte, conoció a Nihoul. El le hizo promesas de todo tipo. Sólo al final descubrió de qué iba aquello de verdad. Quería irse, me decía. Me dijo que tenía un diario íntimo oculto en alguna parte. Le dije: Habla a tus padres y pídeles que te protejan. Cometí la estupidez de hablar de eso a otra chica. Acababa ella de llevarse una tunda por culpa de Christine y fue a hablar a Nihoul del diario íntimo. Inmediatamente planearon la ejecución. Tenía que morir, como ejemplo para nosostras." X1 en su octava declaración, 18 de Noviembre de 1996, acta número 116-991: "Nos metieron a las dos a la fuerza, desnudas, en un coche. Tras un viaje de veinte minutos llegamos a un sitio con muchas malas hierbas y escombros. Había un olor raro, el suelo estaba húmedo y frío [...] Llegamos a una casa, al piso de arriba. luego bajamos a un gran sótano. Allí desataron y volvieron a atar a Christine, como a un conejo. La volvieron a violar y la trabajaron con un cuchillo [...] había velas [...] Una de las personas presentes le pinchó en varias partes del cuerpo con una pieza de metal que había calentado sobre una vela. En un momento dado, alguien secó la sangre de su vagina con un tampax [...] Al final, el abogado perforó su mano con una especie de trozo de metal. Luego, la rociaron de gasolina y le prendieron fuego." Al final de su declaración, X1 dibuja un plano de la casa donde se produjeron las torturas, según ella. Lo que dibuja es el plano bastante clásico de una casa de labranza de la zona de Bruselas, un montón de escombros que ha debido ser un jardín y una entrada al sótano. Algunos detalles son sorprendentes. Tres bucles en la cocina representan ganchos de carnicero. Los cuadrados son dos mesas de madera abandonadas por sus antiguos propietarios. En lo que tiene que representar el hall, X1 dibuja una línea gruesa que lo atraviesa en diagonal. Era un pesado tubo metálico con el que se tropezó al entrar, explicó. "Ella estuvo en ese lugar" Para quien quiera hacerse una opinión sobre la credibilidad de X1, será útil saber que los instructores de la 3ª SRC no tenían conocimiento a primeros de Noviembre de la instrucción llevada a cabo anteriormente por la PJ. Tras haber oído a X1 hablar por primera vez de "Christine", algunos agentes de la BSR buscaron en los archivos. Encontraron algunos recortes de prensa viejos referidos al asesinato de Christine Van Hees. No es allí donde X1 hubiese podido hallar los detalles que refirió. La prensa da versiones de lo más variado acerca de la situación en que se descubrió el cadáver. El 4 de Diciembre, los instructores del juzgado de Bruselas van a buscar el expediente 84/85 del juez de instrucción Van Espen. Lo que descubren les sobresalta. En él encuentran una descripción detallada de los objetos hallados en el lugar del crimen. Se señalan, entre otras cosas, cabos de vela y un tampax empapado en sangre. No son más que algunas líneas de un expediente que, apilando las carpetas, mide dos metros de alto. La versión de X1 parece, en algunos puntos, más precisa que el antiguo expediente. En éste se dice en varias ocasiones que a Christine Van Hees la ataron con alambre de espino. En la mayor parte de los artículos de prensa también se meciona el alambre de espino. "Falso", dice X1, "era cable eléctrico con la funda fundida". Los instructores se presentan en el depósito judicial de Bruselas y encuentran el cable. Era un cable eléctrico con la funda fundida. En el informe de la autopsia no se habla de un objeto metálico clavado en una muñeca de Christine. Tras haber hojeado el expediente días enteros, la atención de los hombres de la BSR se vuelca sobre el acta 30.14.321/84, redactada por la policía de Auderghem la tarde del 13 de Febrero de 1984. Se lee: "Hay un clavo clavado en la muñeca izquierda." Algún tiempo después, encuentran el clavo en el depósito judicial. Es un clavo gigantesco. Durante las comprobaciones que los instructores de la BSR efectuaron a principios de 1997, se reveló que el clavo, en su momento, fue objeto de controversia entre los médicos forenses y los primeros hombres que llegaron al lugar. El policía de Auderghem De Kock afirma haber llamado la atención sobre el clavo a los forenses, y éstos le habrían respondido que sabían cómo se hacen las autopsias. El bombero Norbert Vanden Berghen y su colega Yvan Leurquin prestan declaración trece años después de los hechos. También ellos hablan de un clavo y dicen no comprender cómo los médicos forenses pudieron olvidarlo. El 21 de Enero de 1997 presta declaración José Ginderachter, de 59 años. Es el hijo del antiguo dueño de la explotación de champiñones y ha vivido en la casa de labranza. Cuando le presentan a Ginderachter la declaración la declaración de X1, éste no puede sino decir: "esta persona debe de haber estado allí". Ya se trate de los tres ganchos de carnicero de la cocina, de los motivos de las baldosas del suelo, de las dos mesas de madera de la cocina, de un tonel de agua de lluvia en el patio o del acceso al sótano de los champiñones, Ginderachter no puede sino confirmar. En doce puntos concretos, su descripción corresponde a lo que él puede recordar de la casa. El hombre puede explicar asimismo con qué tropezó X1: "Ese tubo del hall era una sección de la vieja calefacción del suelo, de la champiñonera, que habrá quedado al aire cuando se quitó el piso." Puestos a hacer de abogado del diablo, se podría suponer que X1 pasase un día por Auderghem por casualidad y que visitase la vieja explotación de champiñones. Merece la pena mencionar que en el momento de los hechos X1 tenía quince años y vivía en Gante. La champiñonera fue destruída un año después para construir un bloque de viviendas sociales. Incluso si no damos crédito más que a los elementos materiales es difícil concluir otra cosa que la presencia de X1 en el momento del asesinato. Pero, ¿lo que dice sobre los autores del crimen no es demasiado increíble? ¿Dutroux y Nihoul cometiendo juntos un asesinato en 1984? ¿No se conocieron en 1995? "Señoras y señores, no teníamos necesidad de X1 para resolver este crimen", declara un detective de la 3ª SRC ante los estupefactos miembros de la Comisión Verwilghen, cuando declara a puerta cerrada en Octubre de 1997. El hombre se ha pasado meses estudiando el antiguo expediente de la PJ. Su conclusión es la siguiente: "Los nombres de los autores designados por X1 están indicados de forma indirecta en el expediente desde 1984." Lo que sigue se basa en testimonios de 1984. Juntos en la pista de patinaje Desde los primeros días que siguen al asesinato, la PJ es informada por sus compañeros de clase de que Christine Van Hees, en los meses que precedieron a su muerte, llevaba una doble vida. Hacía novillos, y no sólo la mañana el 13 de Febrero de 1984, sino también toda la semana del 20 al 25 de Enero de 1984. Presentó para ello, sin que sus padres lo supiesen, un certificado médico del doctor Hallard. Según sus amigas, Christine salía mucho de noche. Acerca de su círculo de amistades, designan una tras otra la pista de patinaje sobre hielo Poseidon, en Woulwe-Saint Lambert. En esa pista, Ariane M. recuerda que Christine ha conocido a "un tal Marc de la región de Mons". Su hermano, poco antes de su muerte, se la tropezó en un café en compañía de cierto Marc (más tarde, identificará con una certeza del 80% a un Marc Dutroux más joven). En el curso del fin de semana que precedió a su muerte, Christine estaba citada con "un tal Marc", cuenta otra amiga suya. Este Marc circulaba en moto. La PJ nunca pudo identificar al misterioso Marc. Françoise Dubois, ex esposa de Marc Dutroux, pudo decir a los inspectores a principios de 1997 que éste frecuentaba las pistas de patinaje de Forest y de Woulwe-Saint Lambert. "Muchas veces se pasaba todo el fin de semana en Bruselas". Michelle Martin encontró a su marido en la pista de patinaje. Al acabar 1983 ella está finalizando su embarazo. Dutroux, confirma ésta en un interrogatorio del 4 de Diciembre de 1996 salía solo muchas veces para hacer contactos con chicas jóvenes. En esa época circulaba en una moto grande. RADIO ACTIVITÉ, LA RADIO ANIMADA POR NIHOUL APARECE EN EL ANTIGUO EXPEDIENTE, ASI COMO LA PISTA DE PATINAJE FRECUENTADA POR DUTROUX EN ESAS FECHAS Christine también iba a nadar. Después, según dicen sus amigas, tomaba algo en la cafetería. En el primer piso de la piscina cubierta de Etterbeek tenía sus locales una radio libre. La emisora se llamaba Radio Activité. A finales de 1996, la emisora es uno de los elementos clave en la instrucción del juzgado de Neufchâteau. Porque el personaje central de Radio Activité no es sino Michel Nihoul. Radio Activité aparece muchas veces en el antiguo expediente. Poco antes de su muerte, Christine fue vista por varias de sus amigas en fiestas que se celebraban en ese lugar. Durante la investigación a Serge C., en 1984, un colaborador de Radio Activité iba con frecuencia a ofrecer "información" a los inspectores de la PJ. Esa información con frecuencia parceía ir en dirección a la pista de los punks. El hombre de la radio gozaba de mayor atención por parte de los inspectores que el portero de la discoteca Freddy V. Este aconseja ir a mirar en el café 'Les Bouffons', lugar de cita habitual del personal de Radio Activité. El portero vio allí a Christine Van Hees poco antes de su muerte. No era, desde luego, un sitio para una chica como ella, opina Freddy V. Sobre todo si se tiene en cuenta que Patrick Haemers estaba considerado asimismo como un parroquiano. A mediados de los años ochentas, el juez de instrucción Jean-Claude Van Espen no podía, desde luegp, saber que términos como "un tal Marc" o "Radio Activité" se convertirían con el paso del tiempo en enormes señales de alarma. Sin embargo, otros indicios convergían hacia el ámbito de Nihoul. El 27 de Abril de 1987, la policía de Etterbeek recibió una llamada por teléfono. La conversación se desarrolló así: - "¿Policía de Etterbeek? Perdón, señor. Si quieren ponerse al corriente, vayan a mirar al café Dolo, calle Philippe Baucq, número 140." El agente "¿Qué es lo que pasa ahí?" - "Podrían enterarse de cosas sobre la champiñonera" El agente: "¿Qué quire Vd. decir?" - "En la esquina de la calle Baucq, el Dolo. Si fuesen allí de vez en cuando se enterarían de cosas sobre la champiñonera." El agente: "¿Porqué dice Vd. eso, señor?" En este momento se corta la comunicación. La conversación, grabada en magnetófono, se halla en el antiguo expediente 65/85 (acta 33797, policía de Etterbeek). Nunca se emprendió ninguna pesquisa en dirección al Dolo. Habría incluso más razones para investigar que las expustas hasta ahora. Poco después del crimen, Muriel A. se entera de que Christine contaba a sus padres que dormía a veces en su casa; lo que no era cierto. Nathalie G.recuerda también que una vez, tras una fiesta, dos semanas antes de su muerte, Christine le había pedido que la acompañase a su casa "porque tenía miedo de alguien". Y además está Fabienne K., que declara a la PJ de Bruselas que veía a Christine todos los días en el autobús, y que ésta le había contado que formaba parte de un grupo de personas "de más edad que ella" que celebraban "reuniones secretas". K. puso el acento sobre el hecho de que Christine no hablaba de punks o skinheads. Fabienne K., el 20 de Febrero de 1984, en el acta número 7112: " Christine no ha hablado nunca de eso con la chicas de su clase. Me dió a entender que en ese grupo se practicaba el amor libre [...] Me dijo que ese grupo le atraía y le angustiaba a la vez. Decía que quería cortar amarras porque habían pasado cosas graves [...] Christine tenía un diario íntimo que guardaba en algún sitio [...] Había entrado en conflicto con otra chica del grupo. Se sentía muy atraída por uno de los miembros de la banda. describía a la banda así: "Son unos cerdos, pero me siento bien con ellos". Me decía que cuando se entraba en ese medio, ya no se salía jamás. Si hablara, la matarían y darían fuego a su casa [...] Que tenía poco sentido, decía, ir a contar eso a alguien porque nadie le iba a creer." EL INFORMADOR ANONIMO EN 1987: "VAYAN A MIRAR AL DOLO" Fabienne K. confirma su historia en 1993 a la PJ, y otra vez más en 1997 a los agentes de la 3ª SRC. Así que en realidad no había necesidad de elementos nuevos. X1, mientras tanto, indicó las direcciones donde según ella, residieron en 1984 Annie Bouty y/o Michel Nihoul. Las direcciones se verificaron y correspondían. Los agentes de la BSR también reemprendieron la búsqueda de coches que llevasen un signo en forma de águila. Y Marlène De Cockere, amiga de Nihoul, había comprado en Abril de 1983 un Mitsubishi Celeste con un águila pintada en el capot. Este último elemento es el menos seguro de la serie de verificaciones llevadas a cabo por el equipo del brigada De Baets. En medio de la investigación sobre ese coche, De Baets y otros tres inspectores fueron separados del destacamento de Neufchâteau a mediados de Agosto. X1 no siempre fue tan precisa, es cierto. De Baets y su equipo a veces trabajaron de forma atropellada. Sin embargo, los pequeños errores constatados en la "relectura" carecen de importancia como para poner en duda el valor de la investigación. Tampoco la transcripción de las palabras de X1 es siempre del todo correcta. El brigada Patrick de Baets y Philippe Hupez le hacen decir en un acta que "Bernard Weinstein" estaba también presente en el asesinato de Christine. En el vídeo original, las cosas son diferentes. X1 habla de "un hombre que creo podría ser Weinstein". No son ni X1, ni Hupez ni mucho menos De Baets los que aportan esta corrección, que sin embargo tiene una importancia enorme, porque Bernard Weinstein estuvo en la cárcel, en Francia, hasta finales de 1985. Justo antes de ser separados del caso, los anspectores descubren algo más acerca de Marc Dutroux. El 15 de Febrero de 1984 abrió una cuenta corriente en el banco Crédit Professionnel de Hainaut. En los siguientes tres días, se ingresaron en ella doscientos mil francos belgas. El 15 de Febrero, esto es dos días después de la muerte de Christine Van Hees. A la espera de los resultados de la "relectura" el juez Van Espen se concentra desde hace unas semanas en una 'nueva' pista: la de los punks de Bruselas. CÓMO SE HAN "CARGADO" EL EXPEDIENTE JUDICIAL RELEYÉNDOLO Antes de que se iniciase discusión alguna sobre la eventual transferencia de expedientes anejos al caso Dutroux hacia otras circunscripciones judiciales, se habían producido traslados de ese tipo el 27 de Enero de 1997, que afectaron a varias piezas del expediente 96/109 del juzgado de Neufchâteau. El expediente 96/109 es el expediente abierto en su día por el juez de instrucción Connerotte para agrupar todas las declaraciones de víctimas de hechos de paidofilia. Cuando un testimonio resultaba relacionado con una instrucción judicial en curso por asesinato de menor, esa parte se trasladaba a la circuscripción correspondiente. En el caso de la champiñonera, se tratraba de la de Bruselas. "Van a tener Vds. problemas", previno X1 a los inspectores cuando éstos, pensando darle una alegría, le anunciaron el traslado. Y sin embargo todo indicaba que el traslado del expediente de Neufchâteau no podría ser más que beneficioso en términos de eficacia. Si una declaración de X1 puede considerarse significativa, es precisamente esta predicción. EL GENDARME DE BAETS, QUE TOMO DECLARACION A X1, ES APARTADO DEL CASO POR SU SUPERIOR EL COMANDANTE DUTERME A PETICION DEL JUEZ VAN ESPEN Las cosas se ponen difíciles para X1 Los problemas empezaron con las filtraciones referidas a las cartas de los jueces de instrucción Leys y Van Espen dirigidas desde el 29 de Octubre de 1996 a diferentes autoridades judiciales. Estos dos magistrados especializados en asuntos financieros se quejaban del hecho de que la sección financiera (3ªSRC) de la BSR de Bruselas no trabajase más que en el caso Dutroux y casi nada en las investigaciones financieras. La razón de que Van Espen se quejase a finales de 1996 de falta de personal para sus expedientes financieros y al mismo tiempo retomase la dirección de una instrucción que describía como "el último clavo de mi ataúd" no está muy clara. Lo primero que descubrió Van Espen en esta ocasión fue un riguroso análisis del antiguo esxpediente Van Hees hecho por un concienzudo agente de la BSR. En ese análisis, la instrucción de Van Espen se describe como errática. Se ve que de forma constante ha omitido atender todas las informaciones que indicaban la pista de Dutroux y de Nihoul. El 20 de Junio de 1997, tuvo lugar una reunión entre Van Espen, el comandante de la gendarmería Duterme (jefe del destacamento de Neufchâteau de la 3ª SRC desde finales de 1996) y algunos inspectores. Los brigadas De Baets y Mertens, que coordinaban prácticamente las funciones del destacamento no fueron invitados. Hay una razón para ello. La reunión les concierne. Dutereme y Van Espen pretenden que De Baets ha falsificado un acta. ¿Qué es lo que ha pasado? Tras la declaración del 18 de Noviembre (véase más arriba), De Baets presenta a X1 una serie de fotos. Una de ellas es de Christine Van Hees. "¿Está entre éstas?", pregunta De Baets. X1 hace signo afirmativo. "¿Quiere mostrarme cuál es?" X1 hace seña de que no. Quiere que termine la sesión y no quiere mirar las fotos "porque le vuelve a venir todo eso". De Baets insiste. X1 se enfada. Quiere volver a su casa. Dice que ya no quiere declarar nada. Deliberadamente, designa otra foto. En el acta, De Baets escribe "X1 reconoció la foto de Christine", porque en el curso de otra audición posterior, X1 señaló la foto sin pestañear. Duterme habla sin embargo de "falsedad en documento". Van Espen añade otra queja más. De Baets ha dado una información sobre Nihoul al consejero Marique de la comisión Verwilghen. Una falta de procedimiento, estima Van Espen. De Baets debería haberle pedido permiso. En una larga carta al fiscal Benoît Dejemeppe, del 22 de Junio, Van Espen expresa "su temor por la polución de esta instrucción". El recorrido de la carta de Van Espen ilustra el ambiente en que se mueve el expediente 96/109. Dejemeppe envía la carta al magistrado nacional Van Oudenhove, quien la transmite al ministro de Justicia De Clerk. Este la transmite al fiscal general de Lieja, Thily, quien estima que es cuestión de competencia de Bruselas. La remite de nuevo a Dejemeppe. Este último encarga finalmente al juez de instrucción Pignolet que abra proceso por falsedad documental "en perjuicio de desconocido". Mientras tanto, comienzan a llover diversas quejas. En la PJ, el comisario Marnette acusa al al comisario Suys y viceversa. A causa de una declaración de Suys en la comisión Verwilghen citada erróneamente por la prensa. El comisario general De Vroom echa chispas contra la BSR de Bruselas porque cree que se halla ahí el origen de la descabellada historia de incesto referida a su hija. En el seno de la 3ª SRC, Duterme añade una queja contra De Baets por el asunto de la foto. Todo esto en ciertos periódicos se transforma en un ovillo en medio del cual De Baets hace figura de gran manipulador, sin excluirle de la ridícula investigación de la secta satánica Abrasax, de las pesquisas de Jumet y del caso Di Rupo... Pan tiene un "scoop" Pignolet está encargado de separar el grano de la paja. Se queda más que nada con la paja. De Baets no tiene nada que ver con Abrasax, Jumet, De Vroom ni Di Rupo. Estudiando el expediente 96/109, se aprecia que De Baets anotaba cuidadosamente desde el 6 de Diciembre de 1996 en el acta 117.487 que el 18 de Noviembre X1 había señalado una foto errónea porque se estaba viniendo abajo. Van Espen y Duterme paracen no haber reparado en este acta. El diluvio de quejas casi hace olvidar que hay una instrucción sobre el asesinato de Christine Van Hees. Parece que eso se ha convertido en algo completamente secundario. En un momento dado, ya no es cuestión más que de "métodos de instrucción faltosos y sugestionantes " El juez Langlois ordena desde Neufchâteau una "relectura de todas diligencias abiertas al inicio del expediente 96/109. Esta "relectura" -que no debería llevar más que algunas semanas- debería permitir establecer si De Baets y su equipo han influído realmente sobre los testigos. El 21 de Agosto el semanario 'Pan' (propiedad del ex primer ministro Paul Vanden Boeynants) indica que De Baets y tres de sus inspectores del destacamento de Neufchâteau han sido apartados de la investigación. 'Pan' pone en titulares: 'Verwilghen knokke-out', cualquiera que sea el sentido de eso. Lo más extraño es que en esa fecha, no se había tomado aún ninguna decisión. No es sino el 25 de Agosto cuando los cuatro inspectores reciben del coronel de la gendarmería Brabant la noticia de que se hallan separados del destacamento "provisionalmente" y a la espera de la relectura. Hoy, 7 de Enero de 1997, se prosigue aún con la relectura. El expediente 96/109 se ha releído ya dos veces. Tras una primera relectura (no oficial) y luego una segunda, se comenzaba la tercera vuelta a primeros de Julio. Esta, de acuedo con las últimas noticias estaría casi acabada y no permitiría de ninguna forma concluir que X1 hubiese estado "ayudada" en sus declaraciones. Mientras tanto, la 3ª SRC se ha dividido en dos facciones que se tiran a degüello y nadie cree que los cuatro inspectores puedan reintegrarse ya al destacamento de Neufchâteau. Tampoco parece que ya pueda obtenerse nada de pesquisa alguna. Con la lectura, relectura y re-relectura del expediente confidencial 96/109 han circulado tantas copias que los autores de los hechos denunciados por X1 deben en estos momentos conocer su contenido mejor que nadie. A finales de Noviembre uno de los analistas de la gendarmería circulaba con el expediente Van Hees entero en el maletero de su coche, de donde lo robaron. |